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“Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.” - El Quijote • Cervantes

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miércoles, 3 de marzo de 2021

POESÍA EN EL CEREBRO Y EN EL CORAZÓN

Leer, recitar y memorizar poemas tiene incontables beneficios para los niños.  

Estimula el desarrollo emocional y cognitivo

La poesía es un género literario que nos hace sentir y emocionarnos, pues no basta con leer poemas de manera lineal, sino que se necesita ayuda de los gestos, la mímica, la entonación, la cadencia de la voz... para dotarlo de un mayor sentido. Según expertos, la poesía es imprescindible para el aprendizaje, pues ayuda a expresar los sentimientos y a la estimulación del desarrollo emocional.

Estimula el desarrollo del lenguaje 

El lenguaje que se utiliza en el género literario de la poesía suele ser más complejo y elaborado que en los cuentos, por lo que leyendo o escuchando poesía, los niños potenciarán su lenguaje y adquirirán nuevas habilidades comunicativas.

En este sentido, el niño que lee poesía desarrollará una mayor conciencia fonológica, es decir, comenzará a darse cuenta de las unidades en las que se divide el habla, así como de su pronunciación, tratando de mejorar aquellas palabras que no pronuncia bien todavía.

Aumenta el vocabulario

Y al hilo de lo anterior, leer poesía ayudará a los niños a ampliar su vocabulario, tanto expresivo como  comprensivo de una forma sencilla y lúdica.

Además, mediante las rimas los niños aprenden cómo se combinan los sonidos para formar palabras y frases, empezarán a entender el ritmo de la lengua.  

Recitar poesía mejora la dicción

Recitar poesía a los niños ayuda a mejorar su expresión verbal y su dicción.

Por otro lado, para leer o recitar poesía correctamente también hay que ser conscientes de la importancia de las pausas, la respiración y la cadencia de cada frase. Y todo esto lo irán aprendiendo y trabajando conforme se vayan adentrando en el maravilloso mundo de la poesía. 

Recitar poesía ayuda a la expresión corporal

Recitar poemas ayuda a los niños a conectar con su propio cuerpo, contribuyendo a mejorar sus coordinación y capacidad motora. Y es que la música y ritmo de los versos favorece la expresión corporal y la libertad de movimiento a la hora de leer o recitar.

Ayuda a adquirir nuevos conocimientos y trabajar valores

A través de la poesía, el niño también irá conociendo el mundo que le rodea, pues por lo general, los poemas suelen estar centrados en aspectos concretos o actividades de la vida cotidiana. Así pues, la poesía puede ser un excelente recurso para trabajar valores como la amistad, el amor, la empatía, la felicidad... Además, su lectura puede sernos de gran ayuda para tratar temas específicos que preocupen al niño o situaciones que le resulten complejas.

Favorece la memorización

La memoria es una herramienta fundamental en nuestro día a día. Por eso es tan importante ejercitarla diariamente y estimularla en los niños de forma adecuada para que logren una agilidad que les ayude.

En este sentido, leer o escuchar varias veces un poema hará que los niños acaben memorizándolo casi sin darse cuenta, pues la musicalidad y rima de los versos, así como sus frases cortas y sencillas permiten ejercitar la memoria con gran facilidad. 

Estimula la imaginación

El fomento de la imaginación en los niños les aporta grandes beneficios para su desarrollo: amplía la noción de su mundo, promueve la risa y la felicidad, y favorece su bienestar psíquico.

A medida que el niño va creciendo, podemos elegir poemas adecuados a su nivel de comprensión y dominio del lenguaje, y a través de la lectura o la escucha conseguiremos que su imaginación eche a volar, sueñe despierto y recree los versos en su mente .

Aprenden a apreciar la música

Las estructuras rítmicas despiertan en el niño distintas sensaciones frente a las palabras, tales como el ritmo, la sonoridad, la coincidencia de fonemas, la musicalidad...

¡Y es que poesía y música se dan la mano!, de ahí que guste tanto a los niños desde que son pequeños, pues la repetición de sonidos les aporta seguridad al tiempo que contribuye a crear patrones de atención.

Potencia el aprendizaje artístico

Y al hilo del punto anterior, conviene destacar que la poesía conlleva ritmo, música, dramatización, interpretación, memorización... es decir, un sinfín de connotaciones artísticas que aporta grandes beneficios a los niños, tanto en su desarrollo académico como social.

Invita a la relajación 

La musicalidad de los versos, cuando leemos poesía a los niños, invita a la relajación, por lo que disfrutar de la lectura de un poema es una actividad beneficiosa en cualquier momento del día.

Fomenta el gusto por la lectura

Por lo general, los poemas suelen ser breves y ágiles en su lectura, por lo que leérselos a nuestros hijos desde que son pequeños puede ser una buena forma de comenzar a inculcarles el hábito y el amor por los libros. Otros aspectos propios de la rima como la musicalidad, el juego de palabras y el ritmo hacen de la poesía uno de los mejores recursos para para incentivar el gusto de los más pequeños.

Fortalece el vínculo padre/madre e hijo

La lectura compartida favorece y genera un fuerte vínculo afectivo entre padres e hijos, basado en el placer de acompañarlos mientras hacen sus propios descubrimientos y, sobre todo, de pasar tiempo juntos disfrutando de una actividad en común.

Además, no debemos olvidar que leer es una forma más de jugar con nuestros niños y de crear imborrables recuerdos de su infancia. Por tanto, ¡leamos poesía, interpretemos, actuemos y disfrutemos junto a ellos!